Los que me conocen en persona saben lo golosa que soy así que me recomendaron que probara unas galletas riquísimas: Xianas.
Por supuesto, no tarde mucho en ir a comprarlas.
La verdad es que están buenísimas. Yo compre las originales, pero las hay de almendra, coco y café. Así que no hay excusa.
Su sabor me llamó la atención, también su forma, muy finitas y crujientes. Tomarlas junto con un helado de vainilla es una combinación riquísima.
Así que me puse a averiguar su origen.
¿Quiénes están detrás de Galletas Xianas?
Ana y Neli son cuñadas y socias de esta empresa que montaron hace siete años cuando decidieron apostar por vivir en el rural y a la vez no renunciar a tener su propia vida profesional. Viven en Taboada en la provincia de Lugo.
No hay una sola forma de vivir en el rural. Ni de entender vivir en el rural. Me identifiqué con Neli nos encanta la calma y serenidad que se encuentra con la vida en un pueblo, pero a las dos se nos dan fatal las plantas!
El objetivo de esta empresa en su origen fue recuperar una receta antigua de las galletas de Xian que eran típicas de la zona y que se hacían en unas placas de hierro en las cocinas de leña.
¿Qué hacen tan especiales estas galletas?
Neli empezó a preparar la antigua receta hasta que fue perfeccionándola hasta alcanzar la calidad que deseaba. Salen al mercado las Galletas de Xian originales.
Nelly es una mujer con muchas inquietudes. No deja de seguir investigando tanto en el sabor como mejorando el proceso de fabricación. Había que adaptar la forma de producir las galletas para ir aumentando capacidad de producción sin perder calidad. Además, fruto de su curiosidad van incorporando nuevos sabores. Es la conjunción perfecta entre tradición e innovación y creatividad.
Todos los productos que utilizan son naturales, de productores de la zona salvo de las nueces (aviso por si alguien lee por aquí, le encantaría encontrar a una procesadora gallega de nuez).
Los tipos de galletas que podemos comprar son: las originales, las de almendra, coco y café.
Es importante también tener en cuenta que son envasadas al vacío, por lo tanto , duran en perfectas condiciones unos seis meses.
Las galletas aparte de por su sabor también son reconocibles porque todas llevan la silueta de Galicia por una cara y por la otra cara símbolos gallegos o como ellas dicen “un pedacito de nuestra tierra gallega”.
Así poco a poco se van dando a conocer, primero en las ferias de la zona. Despacito y con humildad.
Hasta que dan el salto y acuden a la Feria Gourmet de Madrid en el año 2021. Ahí, se dan dos hechos que les han dado reconocimiento a nivel nacional:
· El primero es la aparición de una reseña en la web: directoalpaladar. Aparecieron entre los 14 productos destacados de esta feria.
· Las visitan y son seleccionadas para estar a la venta en la tienda del Museo Thyssen. Todo un prestigio y un escaparate para darse a conocer. Yo las vi allí y como gallega es un orgullo.
Su inquietud por seguir avanzando e innovando les ha llevado a sacar un nuevo producto al mercado los Aloumiños: realizados con nueces y arándanos. Aún no los he probado, pero lo haré muy pronto.
Personalmente, creo que llegarán hasta dónde se lo propongan. Tienen un producto de primera calidad y, además, hacen una labor de conservación de una tradición que es importantísima, generan riqueza y dan trabajo en el pueblo donde viven. Son un ejemplo de mujeres emprendedoras, que concilian y de amor por su tierra.
¿Dónde podemos encontrar estas galletas?
Estas galletas las podéis comprar directamente en la página web de Galletas Xianas (que importante es la unión de las nuevas tecnologías con la tradición) o en tiendas gourmet de toda España incluidas las tiendas gourmet de El Corte Inglés.
Estoy segura de que no tardaran mucho en poder encontrarse en las mejores tiendas gourmet de Europa. Nely el producto lo merece.
Espero haberos creado una nueva necesidad y que las probéis. No os vais a arrepentir.
Recordar cómo consumidores podemos apoyar a los productos de proximidad.
Feliz domingo.
Que deliciosas esas galletas, las probé casualmente porque alguien las trajo a un café y me encantaron. Me ha encantado la historia.